Al igual que mucha gente, probablemente te tomes unas cuantas tazas de café al día: en la carretera, una taza o dos en la oficina y en casa. La mayoría de nosotros tenemos una cafetera o una cafetera de espresso para elaborar esa perfecta taza de café caliente. Hay muchas formas de disfrutar de un delicioso café en casa.
Nos encanta compartir el secreto de una buena taza de café, tanto si posees una cafetera de cono como si disfrutas de las cápsulas de café.
Las cápsulas de café y de espresso son una de las formas más populares de preparar café en la actualidad. Y no es de extrañar, gracias a su facilidad de uso, la gran selección de sabores, las cafeteras de lujo y las formas de reciclar las cápsulas de café usadas.
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Asegúrate de que tu cafetera sea compatible on las cápsulas de tu elección. Prueba nuestra cafetera L’OR Barista, por ejemplo, diseñada específicamente para preparar un perfecto L’OR espresso, lungo o ristretto y que también puede con cápsulas dobles.
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Utiliza siempre agua dulce en el depósito para obtener resultados óptimos.
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Enciende la cafetera y espera hasta que se caliente.
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Enjuaga la cafetera dejando que el agua fluya por la misma, sin utilizar ninguna cápsula. Esto también puede hacerse después de cada uso.
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Elige la cápsula que desees. Insértala en la cafetera y cierra la tapa.
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Selecciona el café de tu elección: cápsulas ristretto, cápsulas lungo o café espresso cápsulas.
¿Estás preparando una bebida con leche? Un café espresso cápsulas de alta intensidad o un cápsulas ristretto segurarán un gran café de lujo. Descalcifica tu cafetera de forma habitual para conseguir los mejores resultados.
El práctico café instantáneo existe desde hace más de un siglo. En aquel entonces, solo era una simple “agua con sabor a café”, pero en la actualidad se puede disfrutar de un rico y aromático sabor cuando se sabe cómo elaborar la perfecta taza de café instantáneo. En primer lugar, empieza con un café de buena calidad que se ajuste a tus preferencias. El café liofilizado con textura granulada tiende a tener un sabor más auténtico a café. ¿Prefieres un sabor atrevido? Pues considera el café instantáneo intenso. Incluso hay disponible un café instantáneo descafeinado.
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Pon una o dos cucharadas de café instantáneo en tu taza.
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Añade agua dulce a tu hervidor y llévala a ebullición.
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Vierte el agua justo después de que empiece a hervir sobre tu café instantáneo para llenar la taza.
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Remueve hasta que todos los gránulos se disuelvan.
Cuando tu café está listo, puedes añadir azúcar, nata o espuma de leche como harías normalmente. Rápido, fácil y sabroso.
Los expertos en café creen ciegamente en medir y elaborar su propio café de filtro. Este popular método de elaboración se denomina “elaboración lenta” y en realidad es bastante asequible. Utilizar este método lleva un poco de tiempo y práctica, pero los resultados son sorprendentemente deliciosos cuando se hace bien. Puedes empezar tu aventura de “elaboración lenta” con una cafetera de vertido, una cafetera de cono o una Chemex. En todas ellas se utiliza una técnica similar.
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Pon un filtro en tu cafetera de cono y mójalo con un poco de agua (hirviendo) para eliminar el sabor a filtro. Tira el agua del recipiente.
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Mide agua dulce para tu/s taza/s. Llévala a ebullición y déjala reposar durante unos 30 segundos.
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Mide unas 2 cucharadas de café molido por taza y ponlo en el filtro. Los mejores resultados se obtienen con café premolido, que presenta una consistencia de arena o azúcar de mesa, pero también puedes moler tus propios granos de café frescos.
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Vierte un poco de agua recién hervida sobre el café molido y utiliza un movimiento circular para sumergir completamente el café en el agua.
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Deja que la mezcla húmeda de café molido preinfusione. Durante la preinfusión, el café absorbe el agua y desprende su sabor. Esto tarda aproximadamente 30 segundos.
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Vierte lentamente el resto del agua en tu cafetera de cono. Utiliza un movimiento circular y comienza más o menos a 1,25 cm del borde. Cuando el café se sumerge, vierte el agua lentamente.
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Deja que el agua gotee a través del café y el filtro, esto puede durar entre 3 y 4 minutos.
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Saca el filtro y vierte el café en tu taza.
Otra manera rentable de elaborar tu café es la prensa francesa, que tiene un filtro incorporado y resulta perfecta cuando se prepara una o dos tazas. En una prensa francesa hay que utilizar un café de molienda media, porque los cafés de molienda fina pasan a través del filtro, lo que da como resultado un café turbio y arenoso.
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Coloca tu prensa francesa en una superficie plana y sostén el mango con firmeza.
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Saca el émbolo con el filtro y déjalo a un lado.
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Añade una cucharada colmada de café molido por taza (aproximadamente 150-200 mililitros).
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Hierve agua dulce (150-200 mililitros por taza) y déjala reposar después de la ebullición durante aproximadamente medio minuto.
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Vierte el agua que no esté muy hirviendo sobre tu café molido y remueve suavemente.
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Vuelve a introducir con cuidado el émbolo con el filtro justo por encima del agua y el café molido. Deja que la mezcla de café y agua repose durante unos 4 minutos.
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Presiona hacia abajo lentamente ejerciendo una presión constante.
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Deja el émbolo abajo para evitar que haya posos de café en la taza y vierte tu café.
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