Un buen café empieza con granos frescos. Cuando compras café de alta calidad, es esencial almacenarlo adecuadamente para preservar su sabor, aroma y frescura a lo largo del tiempo. Hoy te guiaremos a través de las mejores prácticas para almacenar granos de café y asegurarte de que tu taza de café nunca te decepcione.
Antes de adentrarnos en cómo almacenar los granos de café, es crucial comprender los factores que pueden deteriorar su calidad:
1
El aire y el oxígeno:
Los granos de café son ricos en aceites responsables de sus sabores y aromas únicos. Con el tiempo, la exposición al aire y al oxígeno oxida estos aceites, dando lugar a un sabor rancio y plano.
2
La luz:
Tanto la luz solar como la luz artificial pueden degradar los granos de café, haciendo que envejezcan más rápido e induciendo la pérdida de sabor.
3
Calor:
Mantén los granos de café alejados de ambientes calurosos, ya que el calor saca los sabores del café. Cuando esto ocurre fuera del proceso de preparación, esencialmente se pierde al preparar el café.
4
Humedad:
La humedad hace que los granos de café se hinchen y se desmenucen, lo que provoca una falta de sabor.
Es vital utilizar el tipo adecuado de recipiente de almacenamiento para proteger los granos de café. Un buen recipiente para café debe ser
- Hermético para impedir la entrada de oxígeno,
- Opaco para protegerlo de la luz,
- Hecho de material no sensible para evitar cualquier alteración indeseada del sabor.
El lugar ideal para almacenar los granos de café es un sitio fresco, seco y oscuro. Evita los lugares cercanos a hornos o fogones, ya que exponen los granos al calor, y mantenlos alejados de frigoríficos o congeladores, que introducen humedad.
Aunque pueda parecer lógico meter los granos de café en la nevera o el congelador para prolongar su vida útil, no es recomendable. Esto se debe a que los granos de café absorben humedad, olores y sabores a su alrededor, lo que puede afectar al sabor.
Puede resultar tentador comprar café a granel, sobre todo cuando hay una buena oferta, pero resiste el impulso si puedes. Es mejor comprar cantidades más pequeñas de café cada vez que lo necesites para asegurarte de que siempre estás utilizando los granos más frescos.
Aunque normalmente no se recomienda guardar el café en el frigorífico o el congelador, hay una excepción. Si tienes una gran cantidad de café que no vas a poder utilizar en un par de semanas, guardarlo en el congelador puede ser beneficioso. Asegúrate de guardarlo en recipientes herméticos o bolsas de congelación, y sólo sácalo del congelador una vez: cuando vayas a utilizarlo.
En L'OR, nuestras cápsulas de café se elaboran con el máximo respeto por la precisión y la calidad. Seleccionamos meticulosamente los mejores granos de café de explotaciones sostenibles de todo el mundo. Una vez cosechados, estos granos se tuestan y muelen hábilmente hasta alcanzar la finura óptima, preservando sus ricos sabores y aromas. A continuación, el café molido se sella cuidadosamente en nuestras cápsulas, protegiéndolo del aire, la luz y la humedad, garantizando que cada taza que prepare con una cápsula L'OR le proporcione la misma frescura, riqueza e intensidad con la que fue concebida.
La forma de conservar los granos de café influye considerablemente en el sabor y la calidad del café. Si sigues estos pasos, tu café se mantendrá fresco durante más tiempo y podrás disfrutar de una deliciosa taza de café en todo momento.
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